viernes, 13 de marzo de 2009

Sabés, a mi no debería darme sensaciones extrañas haber hecho lo que hice. O, más bien, haber aceptado las cosas tal cual se presentaban y haberme adaptado a ello. Al fin y al cabo, la propia situacion me obligó a arrancarme desde la raíz crecida en mi corazón millones de cosas que crecían para morir. Y si algo puedo decir, es que el aroma de esos días no se me borra de la nariz, del corazón, del pecho. Siento un aire eterno que jamás se va a borrar desde ahí. Pero, ¿si volviera?. Si volviera al castillo justo cuando él está sentado en algun rincón mirando las estrellas. ¿Qué le voy a decir? ¿Y cómo lo voy a mirar? ¿Con qué palabras le voy a hablar? No tengo idea, pero sé que será distinto. Distinto como fue nuestro amor, demasiado estúpido fue nuestro final. Y sí, extraño aquellas poesías que nunca volverán. Y sí, extraño esas palabras de palanca fundamental. Yo también tengo un corazón, y por más frio que esté, quiero que sepas que en el centro todavía es tibio. Sabés, yo tengo un alma también porque aunque me la hayas quitado para maltratarla un rato y ser feliz, sentirte libre y menos presionado, a mi me dolía todo lo que le hacías. ¿Quién te iba a contar del dolor que yo soportaba y no te decía porque de verdad te amaba? Nadie más que yo. Y no me arrepiento de nada, porque sé que lo hice todo con la mayor confianza, el mayor amor y la más grande sinceridad que yo pude alguna vez demostrar. No sé si vuelva a brillar de esa manera, a brillar como a tus ojos yo podía iluminar. No sé si vuelva a escribir aquellas poesías llenas de mágicas pociones para hacer llorar y también reír. No sé si vuelva a tener la misma fuerza que tuve una vez. Y sabes, si yo te dije que la herida iba a ser mucho más profunda que el espacio que tu nombre y todo lo tuyo ocupaba en mí, no te mentí. Y yo que pensé que te iba a tener en la vida, pero aprendí que nada es eterno. Por más que uno lo quiera, y más aun si lo quiere con muchas ganas, las circunstancias para mí nunca se prolongan y se conservan. Sabés, cualquier persona te hubiera mandado a la mierda. Y no es que lo diga porque quiera hacerlo, simplemente para que te des cuenta de mi punto de inocencia y de buena persona o como mierda quieras decirle a lo que yo hago con vos. Simplemente deberia haberte suprimido de mi vida, y sin embargo, te das cuenta la profunda herida que dejaste que quiero hasta que la sigas abriendo porque sos vos.

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