lunes, 16 de marzo de 2009

Ese hombre que tú ves ahí que parece tan galán, tan atento y arrogante; lo conozco como a mí. Ese hombre que tú ves ahí que aparenta ser divino, tan amable y efusivo sólo sabe hacer sufrir. Es un gran necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso vanidoso, inconciente y presumido, falso malo rencoroso que no tiene corazón, lleno de celos sin razones ni motivos como el viento impetuoso, pocas veces cariñoso, inseguro de sí mismo, insoportable como amigo, insufrible como amor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario